El barrio de Colón, situado entre el paseo del Malecón y el Capitolio, sufrió un proceso de superpoblación que generó un deterioro social, que acabó desembocaNdo en el actual deterioro físico.
El Proyecto Habana buscaba, a través de un workshop en el que participaron las universidades de Amsterdam, Milan,TFH de Berlín y la de Alicante, buscaba encontrar fórmulas para mejorar las condiciones del barrio y así las de sus habitantes.
La primera estrategia era la de abrir el barrio aprovechando su privilegiada situación tanto al turismo como al resto de ciudadanos de la Habana, colocando actividades atractivas en puntos estratégicos del barrio y mejorando la conectividad de algunas calles importantes.
Para asegurar la viabilidad del proyecto, se estructuraba al inversión en una serie de fases, de las que se obtendrían los primeros rendimientos económicos y posibilitarían las sucesivas. Basándonos en criterios de autoconstrucción, se aportan los solares, materiales, técnicas constructivas y usos aceptados, pero dejando libertad de diseño a los propios habitantes del barrio, para generar un sentimiento de propiedad y de ilusión entre los vecinos.
Se trata de generar un núcleo tecnológico-social, donde confluyan los intereses culturales, industriales y patrimoniales que generen el impulso necesario para hacer girar el "círculo virtuoso".
Se diseña un sistema organizativo jerarquizado para hacer efectivas las previsiones de desarrollo a través de un equipo coordinador formado por grupos sociales consolidados y con experiencia en gestión de movimientos urbanos, de los que dependan directamente los denominados "maestros de taller" que a la vez dirigen a los trabajadores y se relacionan con el resto de "maestros".
